Vincent van Gogh

Pintó lo invisible: emociones, angustias y sueños. Van Gogh desafió la norma con cada trazo, dejando un legado que late en cada galería y corazón sensible al arte verdadero.
Vincent van Gogh

Pintó lo invisible: emociones, angustias y sueños. Van Gogh desafió la norma con cada trazo, dejando un legado que late en cada galería y corazón sensible al arte verdadero.
Michelangelo Buonarroti

Escultor, pintor y arquitecto del Renacimiento, Michelangelo esculpió la belleza del cuerpo humano y pintó el cielo de la Capilla Sixtina con una pasión que desafiaba a los dioses.
Michelangelo Buonarroti

Escultor, pintor y arquitecto del Renacimiento, Michelangelo esculpió la belleza del cuerpo humano y pintó el cielo de la Capilla Sixtina con una pasión que desafiaba a los dioses.
Claude Monet

Padre del impresionismo, Monet pintó la luz y el tiempo con pinceladas sueltas y alma serena. Sus jardines y reflejos siguen susurrando poesía visual al mundo.
Claude Monet

Padre del impresionismo, Monet pintó la luz y el tiempo con pinceladas sueltas y alma serena. Sus jardines y reflejos siguen susurrando poesía visual al mundo.
Frida Kahlo

Frida convirtió el dolor en arte y el cuerpo en símbolo. Con cejas como alas y mirada firme, pintó su alma con colores intensos, sinceros y revolucionarios.
Frida Kahlo

Frida convirtió el dolor en arte y el cuerpo en símbolo. Con cejas como alas y mirada firme, pintó su alma con colores intensos, sinceros y revolucionarios.
Pablo Picasso

Picasso rompió las reglas del arte para crear nuevas. Con ojos que veían en cubos y corazones, pintó mil estilos con la intensidad de un siglo en revolución.
Salvador Dalí

Maestro del surrealismo, Dalí descompuso la realidad con precisión quirúrgica y teatralidad desbordante. Cada obra suya es una puerta a lo imposible, y él, su excéntrico guardián.
Pablo Picasso

Picasso rompió las reglas del arte para crear nuevas. Con ojos que veían en cubos y corazones, pintó mil estilos con la intensidad de un siglo en revolución.
Salvador Dalí

Maestro del surrealismo, Dalí descompuso la realidad con precisión quirúrgica y teatralidad desbordante. Cada obra suya es una puerta a lo imposible, y él, su excéntrico guardián.